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  • El compás: La seducción de la forma perfecta

    Con toda probabilidad, cualquier lector de esta revista sabe qué es un compás y para qué se utiliza. Inmediatamente nos viene a la memoria el mágico momento en que tuvimos en nuestras manos por primera vez este instrumento. Pasábamos el rato abriendo y cerrando la bisagra que une las dos partes del compás para dibujar círculos de todos los tamaños y colores, fascinados por su sencillez y perfección.

    Junto con la regla, la escuadra y el transportador, el compás forma parte del equipo básico de cualquier estudiante de secundaria y bachillerato. Con el paso del tiempo, no solamente no ha dejado de utilizarse en la enseñanza, sino que ha adquirido un mayor protagonismo. En el aprendizaje de las matemáticas y de la geometría, sobre todo, hoy en día se considera una competencia básica que debe dominar cualquier estudiante. Además, este instrumento también se utiliza en otras asignaturas, como la tecnología o el dibujo técnico, obligatorias en la ESO y en algunas especialidades del Bachillerato.

    Según los especialistas en procesos de enseñanza y aprendizaje, el ordenador no debe substituir al compás, sobre todo en el ámbito educativo. Es esencial aprender a dibujar con precisión y adquirir un buen sentido del espacio, y esto sólo se logra haciendo las cosas manualmente. Con un compás y una regla es posible crear numerosas formas geométricas (arcos, ángulos, bisectrices, cuadrados, triángulos, polígonos…) y establecer relaciones entre ellas. También tiene muchas aplicaciones en campos como la navegación, la arquitectura, la ingeniería aplicada, la topografía, etc. La importancia del compás es tal que se le considera un símbolo de precisión y discernimiento: es uno de los principales emblemas de la masonería, y hoy en día se sigue usando como icono en numerosas aplicaciones de software.

    A lo largo de la historia han existido numerosos tipos de compases, según la tarea a que estaban destinados. Así, encontramos el compás de espesor, el compás de calibre interior, el compás de verga o gramil, el de transferencia, el pantómetro o compás de proporción áurea, de reducción, de cantero, cortador, de barra, etc. Sin embargo, el más conocido y utilizado es el clásico compás de bisagra, con dos brazos articulados. Uno de los brazos es recto y en su extremo lleva una aguja fija o graduable. El otro brazo puede ser también recto, o bien articulado. Esto permite ensamblar un portaminas, bolígrafo o un rotulador.

    Este tipo de compás básico es el que suele utilizarse para la geometría, dibujo técnico y trabajos sobre plano. Dependiendo de la tarea y el nivel de precisión exigido, podemos elegir entre distintos modelos:

    • Según el material: el compás clásico es metálico, aunque hoy en día se encuentran en el mercado modelos más económicos de plástico igualmente funcionales.
    • Según el tamaño: generalmente, un compás de tamaño medio es suficiente para las tareas básicas, pero se recomienda adquirir un juego completo de compases de distintas medidas para trabajos especializados (principalmente dibujo técnico).
    • Según la precisión: en principio, todos los compases son precisos si se emplean de forma correcta, pero para usos semiprofesionales y profesionales el compás de precisión es muy adecuado. En éste, la abertura entre los brazos se puede graduar y fijar gracias a un tornillo, por lo que no hay riesgo de que se nos “escape” a media labor.
    • Accesorios: un buen compás básico suele bastar para el uso escolar, pero en ocasiones es conveniente disponer de algunos accesorios que ampliarán sus posibilidades y facilitarán la tarea. Portaminas y sus correspondientes recambios, adaptador para portaminas o rotulador, tiralíneas, alargador, etc., son algunos de los accesorios que más se utilizan.

    La elección depende sobre todo de las necesidades del usuario (nivel escolar, bachillerato, dibujo técnico, etc.), pero también entra en juego el diseño y la estética, ya que hoy en día es posible adquirir compases muy atractivos y a la vez de gran calidad. Así, en el mercado se encuentran modelos en una diversidad de colores y combinaciones, ideales tanto para el estudiante como para el profesional.

    Desde el clásico compás de metal cromado hasta el diseño más contemporáneo, desde un modelo sencillo apto para manos infantiles hasta sofisticados juegos profesionales, el mundo de los compases sigue siendo apasionante y lleno de posibilidades.

    Archivo: Material Escolar

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