• Colores
  • La fiesta de los escaparates, ¡bienvenido a la temporada de Navidad!

    Ya hemos escrito del papel que desempeñan los escaparates en el éxito de un establecimiento comercial, además de señalar unos principios generales para crear escaparates originales y atractivos. Continuando con esta serie temática, en esta ocasión trataremos de las posibilidades que ofrecen la temporada y el ambiente navideño para el escaparatismo.

    La Navidad es especial para todos y el ambiente de nuestros pueblos y ciudades es único. Las calles están engalanadas y llenas de gente apresurada que trata de hacer sus compras: adornos para decorar el hogar, alimentos para preparar manjares exquisitos y regalos para la familia y amigos. En este ambiente festivo y ajetreado los escaparates también se engalanan y compiten para conseguir atraer las miradas de niños y mayores.

    La Navidad es el contraste entre el frío del invierno y la calidez del hogar, entre la luz y la oscuridad. Es la celebración del renacer de la vida, de la magia de la tradición y de la alegría más creativa. Son días para compartir ilusiones y esperanzas, para invitar al espíritu de la Navidad a que entre en nuestro hogar.

    Para muchos establecimientos comerciales estas fechas suelen ser unas de las más ajetreadas del año. Y para dar la bienvenida a los numerosos clientes, es necesario crear espacios acogedores, con los productos más atractivos, los adornos más hermosos y la sonrisa más amable. El escaparate constituye el centro focal de la tienda, una ventana a través de la cual el visitante contempla un mundo mágico que invita a soñar, ilusionarse y… entrar. Por este motivo, es necesario prestarle mucha atención, de manera que consigamos que el escaparate de nuestro establecimiento sea único y atractivo.

    Una premisa inicial para decorar el escaparate navideño es decidir qué tipo de sensaciones y de ambiente deseamos transmitir: calidez, bienvenida, ilusión, invierno, familia, naturaleza, etc. Una vez tengamos clara nuestra opción, debemos diseñar un plan para llevarla a la práctica. A continuación señalamos algunos  aspectos importantes que nos ayudarán en esta tarea:

    • Tematización: por fortuna, la temporada de las Navidades es rica en motivos y símbolos que forman una parte muy importante de nuestra cultura: belén o pesebre, árbol de Navidad, Papá Noel, reuniones familiares, día de los Inocentes, Año Nuevo, Reyes Magos… Cada uno de estos temas, tratado con imaginación y buen gusto, puede emplearse como centro de atención para ambientar el escaparate y atraer la atención.
    • Iluminación: Es un elemento estratégico del arreglo de los escaparates, al que no siempre se presta la atención debida. Para las Navidades, se aconseja emplear una iluminación general cálida que dé la sensación de bienvenida y acogida. También da buenos resultados jugar con las luces puntuales para destacar algunos de los elementos del escaparate (regalos, maniquís, símbolos navideños, etc.).
    • Colores: Son un magnífico recurso para crear los ambientes deseados (invernal, hogareño, festivo, mágico…). Los más característicos de estas fechas son el blanco (nieve, pureza…), el verde (vegetación, esperanza, vida…), el rojo  (alegría,sofisticación, fuego,…) y el oro y la plata (resplandor, riqueza, lujo, etc.).
    • Texturas: En estas fechas es habitual emplear una diversidad de materiales en el escaparate para crear un ambiente de calidez hogareña y fiesta: terciopelos, papeles brillantes, lentejuelas metalizadas, etc. Con un poco de ingenio se pueden lograr resultados espectaculares.
    • Centro de atención: Los objetos expuestos en los escaparates contribuyen a crear una atmósfera única. Un criterio eficaz consiste en situar aquellos objetos o productos que están a la venta (juguetes, ropa, objetos de escritorio, etc.) en un lugar acentuado estratégicamente mediante la iluminación o la disposición de los elementos decorativos. Así conseguimos “escenificar” el escaparate y guiar las miradas hacia el centro de atención.
    • Adornos: Los adornos de todo tipo (guirnaldas, bolas, estrellas…) propios del ambiente navideño tienen también un papel destacado en la decoración de los escaparates comerciales, pero debemos emplearlos con inteligencia para no caer en el exceso y distraer la atención de aquello que deseamos vender. Con pocos elementos bien utilizados es posible lograr un efecto muy vistoso y atractivo.

    La creación de escaparates cálidos y sugerentes es una necesidad y un reto en Navidad, pero bien merece nuestro esfuerzo. Si lo superamos, conseguiremos uno de nuestros principales objetivos: atraer la atención de cualquier transeúnte, acercarlo al escaparate para que lo contemple sorprendido. De ahí a que entre en nuestra tienda sólo hay un paso. ¿A qué esperan?

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